Un buen día (que no era día porque los días no existían), un muchacho caracterizado como "bien piola y listo para vos" en su perfil de Badoo decidió que era hora de convertirse en Dios. Pero esa no era una misión sencilla, o eso decía en una hoja con instrucciones para ser Dios que encontró misteriosamente y sin razón aparente. Fue hasta la esquina y compró un par de kilos de sal gruesa, polenta (para cuando necesitas polenta) y un botón rojo. Emil (el protagonista se llama así ahora) apretó el botón rojo y sin sentido o razón (como en todas las religiones) se creó un planeta cuadrado al que llamó Matías.
En menos de tres horas construyó una chacra bastante chetita (como Rombai), adoptó una langosta que a los segundos de nacer se auto proclamó " La Anastasia del Cap", y un perro al que llamó "Grey" (porque tenía 50 sombras y gustos peculiares). También creó dos intentos de personas (con WiFi incluído). Al que le colgaba algo peculiar entre las piernas lo llamó Nada, mientras que al otro lo llamó Ave.
Ave era fanatica de cortar el pasto con los dientes, mas que nada porque no había otra cosa para hacer, y Nada lo acosaba. Un tiempo después, Emil creó a mas intentos de personas para que los entretuvieran. Nada tenía un amor secretó por Ave y como no podía confesarselo por miedo a que rechazara sus granos verdes, se quedaba con las ganas de salir campeón. De repente, un granó explotó y todo se fue al carajo, menos Nada y Ave que se enamoraron y amaron por el resto de la eternidad (hasta que Emil se aburrió de pasar seis horas frente a la computadoras y salió a buscar a su ex).
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