Había una vez, un EL.
EL estaba solo, hasta que un día, conoció a ELLA.
Y como por arte de magia, EL descubrió que tenía un par de ojos, para poder apreciar la belleza de ELLA
Para asombro de EL, encontró también un oído, y luego otro, y desde ese momento pudo escuchar la
hermosa voz de ELLA, y su alegre risa: una sonora carcajada que a EL podía alegrarle el día.
Y finalmente, EL obtuvo algo totalmente inesperado: una sonrisa. Porque junto a ELLA, EL era feliz.
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